viernes, 1 de julio de 2011

El hombre que mató a Liberty Valance


Está película, dirigida por John Ford y protagonizada por James Stewart, pone de manifiesto el dilema existente a veces : Ley versus poder . Desgraciadamente, no siempre van de la mano. En un sistema democrático como el nuestro, donde el poder reside en el pueblo, quien elige a sus representantes , ni siquiera se plantea.
Todo comienza cuando el anciano senador Ransom Stoddard decide contar su historia. Muchos años atrás, él era un recién licenciado en Derecho, que decidió emprender un viaje rumbo al oeste acompañado de sus libros de leyes, grandes ilusiones por poner en práctica sus conocimientos y poco menos de 15 dólares en su mochila.
Durante su viaje es atracado por Liberty Valance y sus secuaces, recibiendo una brutal paliza que casi acaba con su vida. Malherido , le llevan al pueblo de Shinbone, donde recibe los cudados y atenciones de Halley, quien está al frente del restaurante del pueblo (donde, todo sea dicho, sirven unos bistecs de medio kilo). También conocerá a Tom Doniphon, quien le advertirá de la necesidad de hacerse con un revólver si quiere sobrevivir a Liberty Valance.
Conforme avanza la película, se palpa el temor de los habitantes de Shinbone. Cuando éstos oyen que Ransom quiere atrapar a Liberty , encerrarle y aplicarle la ley, le miran con sonrisa burlona y cara de incredulidad. ¡A Liberty! ¡Imposible!
Para el pueblo, Ransom no es más que un joven indefenso, repleto de conocimientos de leyes , pero que de poco le sirven frente a la fuerza bruta de Liberty. Todos sus libros de Derecho se quedan en papel mojado. No hay leyes que valgan cuando hay un revólver de por medio. De hecho, hasta nuestro protagonista lo llegará a admitir :

" Cuando amenaza la fuerza de nada sirven las palabras" .

¿Qué hacer cuando el diálogo no sirve de nada? ¿Qué hacer cuando quién empuña una pistola somete a quien porta la razón y la justicia? .

Sobre todo esto reflexionará nuestro protagonista a lo largo de una hora y cincuenta y ocho minutos. En todo ese tiempo, tuve ocasión de acordarme de un cuento que leí hace poco, y que me llamó bastante la atención. Aquí va el link (se llama " LA MUERTE TIENE PERMISO"):

http://libroadictos.yuku.com/topic/2507/La-muerte-tiene-permiso-Edmundo-Valad-s

Un último apunte. Me hizo gracia el papel del periodista del pueblo, un borrachín la mar de simpático, que agarraba la botella para no sentir miedo de Liberty Valance. " El valor puedo adquirirlo en la taberna" .

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