Este genio (no encuentro otra palabra más acertada) desarrolló una prolífera carrera cinematográfica, regalándonos joyas como Psicosis, Vértigo, Recuerda, Encadenados, Topaz, El hombre que sabía demasiado, La soga, Pánico en la escena, Crimen Perfecto, La ventana indiscreta, Los pájaros, Con la muerte en los talones... En fin, su carrera como director está plagada de grandes obras maestras del cine. Se cuidó de dotar a cada una de ellas ese sello tan personal y característico, rozando a veces un humor sarcástico, el suspense, la intriga...
Siempre he pensado que sus películas provocan en el espectador una reacción química que hace que nuestros traseros (culos, vamos) segreguen una sustancia parecida al pegamento , lo que hace que nos quedemos plantados frente al tele hasta que hacen su aparición en pantalla las palabras " THE END".
La verdad es que dirigió algunas películas de las que no he oído tanto hablar (véase ¨Mejor es lo malo conocido¨, ¨Sabotaje¨, ¨Atormentada¨...etc) . Una de ellas la vi hace poco tiempo: The Secret Agent, o lo que es lo mismo, el Agente Secreto. Protagonizada por la bellísima Madeleine Carrol, John Gielgud y Peter Lorre (lo recordáis de Casablanca, ¿verdad?) cuenta la historia de un hombre cuya misión es acabar con la vida de un espía alemán, ayudado de dos compañeros más (claro, Madeleine Carrol y Peter Lorre).
El protagonista indiscutible es John Gielgud, un espía frío, distante, metódico...Esas cualidades (¿cualidades?) se ven menguadas por la personalidad pasional y mujeriega de su compañero, un Don Juan empedernido , y desaparecen conforme trata con su guapa compañera.
Cierto es que la peli en ocasiones llega a ser un tanto previsible (no la comparemos con " Yo confieso" o " Falso culpable" además de las anteriormente dichas). Pero aún así es entretenida, con ciertas dosis de emoción, intriga y por supuesto diversión.
Asesinatos, espías, amor y misterio. Todo esto se entreteje en este film que vio la luz en el año 1936 y que dura unos 80 minutos aproximadamente.
miércoles, 20 de julio de 2011
viernes, 1 de julio de 2011
El hombre que mató a Liberty Valance
Está película, dirigida por John Ford y protagonizada por James Stewart, pone de manifiesto el dilema existente a veces : Ley versus poder . Desgraciadamente, no siempre van de la mano. En un sistema democrático como el nuestro, donde el poder reside en el pueblo, quien elige a sus representantes , ni siquiera se plantea.
Todo comienza cuando el anciano senador Ransom Stoddard decide contar su historia. Muchos años atrás, él era un recién licenciado en Derecho, que decidió emprender un viaje rumbo al oeste acompañado de sus libros de leyes, grandes ilusiones por poner en práctica sus conocimientos y poco menos de 15 dólares en su mochila.
Durante su viaje es atracado por Liberty Valance y sus secuaces, recibiendo una brutal paliza que casi acaba con su vida. Malherido , le llevan al pueblo de Shinbone, donde recibe los cudados y atenciones de Halley, quien está al frente del restaurante del pueblo (donde, todo sea dicho, sirven unos bistecs de medio kilo). También conocerá a Tom Doniphon, quien le advertirá de la necesidad de hacerse con un revólver si quiere sobrevivir a Liberty Valance.
Conforme avanza la película, se palpa el temor de los habitantes de Shinbone. Cuando éstos oyen que Ransom quiere atrapar a Liberty , encerrarle y aplicarle la ley, le miran con sonrisa burlona y cara de incredulidad. ¡A Liberty! ¡Imposible!
Para el pueblo, Ransom no es más que un joven indefenso, repleto de conocimientos de leyes , pero que de poco le sirven frente a la fuerza bruta de Liberty. Todos sus libros de Derecho se quedan en papel mojado. No hay leyes que valgan cuando hay un revólver de por medio. De hecho, hasta nuestro protagonista lo llegará a admitir :
" Cuando amenaza la fuerza de nada sirven las palabras" .
¿Qué hacer cuando el diálogo no sirve de nada? ¿Qué hacer cuando quién empuña una pistola somete a quien porta la razón y la justicia? .
Sobre todo esto reflexionará nuestro protagonista a lo largo de una hora y cincuenta y ocho minutos. En todo ese tiempo, tuve ocasión de acordarme de un cuento que leí hace poco, y que me llamó bastante la atención. Aquí va el link (se llama " LA MUERTE TIENE PERMISO"):
http://libroadictos.yuku.com/topic/2507/La-muerte-tiene-permiso-Edmundo-Valad-s
Un último apunte. Me hizo gracia el papel del periodista del pueblo, un borrachín la mar de simpático, que agarraba la botella para no sentir miedo de Liberty Valance. " El valor puedo adquirirlo en la taberna" .
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